ARTÍCULO
*Drauzio Varella
El proceso evolutivo de nuestra especie no fué solitario. En la intimidad de nuestras vísceras, trillones de bacterias siguieron el mismo sendero, desde cuando bajamos de los árboles en las sabanas de África.
En el curso de millones de años, perdimos algunos gérmenes que persisten hasta los días de hoy, en nuestros parientes más próximos: Chimpancés, Bonobos y Gorilas. Es probable que esas modificaciones en la composición de la flora bacteriana, que dieron origen al actual microbioma humano, expliquen diturbios como la obesidad, algunos tipos de cáncer y transtornos mentales.
Hace años que queremos saber si heredamos de nuestros ancestrales Primates arbóreos, los gérmenes que habitan en nosotros, o si ellos fueron adquiridos en el propio ambiente.
*Pesquisas con bacterias* fecales en mamíferos, sugieren que es más probable la herencia, que la participación del ambiente. Sin embargo, algunos estudios, sugieren que la dieta y los antibióticos, tengan ejercido una influencia decisiva, en la relación natural de las bacterias, que sobrevivieron en nuestros tracto digestivo.
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*Para aclarar esas dudas, Andrew Moeller, de la Universidad de California, estudió bacterias aisladas de muestras fecales de 47 Chimpancés de Tanzánia, 24 Bonobos de la República Democrática del Congo, 24 Gorilas de Camarones y 16 seres humanos de Connecticut, en Estados Unidos.
En colaboración con pesquisadores de la Universidad de Texas, fueron comparadas las secuencias de DNA de un gen frecuente, encontrado en las bacterias que habitan los intestinos de los Grandes Primates(inclusive en los humanos). A partir de esas secuencias fué posible diseñar el árbol genealógico de las bacterias.
La conclusión é que ellas tuvieron origen en un ancestral común a todos los Grandes Primates, que vivieron, hace 15 millones de años. En la medida que la estirpe de esos ancestrales comenzó a divergir, dando origen a los Chimpancés, Bonobos, Gorilas, Orangutanes y humanos; las bacterias presentes en sus intestinos, coevoluyeron en paralelo(coespecificación), para adaptarse a las diferencias de dietas, hábitats y enfermedades del tracto digestivo, de las nuevas especies.
Recientemente, esos gérmenes hicieron un ajuste fino, que les permitió adaptarse al sistema inmunológico de los huéspedes, influenciar el desarrollo de las células intestinales y modular nuestros humores y comportamientos.
Después de las divergencias de los Grandes Primates, algunos dejaron para atrás, las bacterias que permanecieron en otros. En otro experimento, el grupo se concentró en el microbioma humano. Fueron comparadas las mismas secuencias del DNA de la pesquisa anterior, en esta oportunidad, con personas de Connecticut y de Malaui, en África.
Fué demostrado que las secuencias del DNA de las bacterias presentes en los intestinos de los Africanos y de los Norteamericanos, divergian en 1,7 millones de años; época que corresponde a los primeros éxodos del continente Africano, realizados por nuestros ancestrales.
Curiosamente, ciertas bacterias intestinales, presentes en los Malauicenses- y también en Chimpancés y Gorilas- no eran encontradas en los Norteamericanos, resaltando la influencia de la dieta y el estilo de vida, en la reducción de la diversidad del microbioma, encontrado en las sociedades industrializadas.
Publicado en 13/09/2016
Revisado en 14/09/2016
Fuente en portugues:
http://drauziovarella.com.br/drauzio/artigos/bacterias-macacos-e-homens/