SANTUARIO DE SOROCABA
El dia 11 de Junio, vispera del Dia de los Enamorados en el Brasil, no había mejor momento para intentar una aproximación entre los dos tigres del Santuario.
Previamente observados, no sabiamos cual sería la reacción de ambos. Todo indicaba que Simba no había tenido contacto antes con otro tigre, sin embargo, Chitara ya había vivido con el León, Zeus.
Para evitar sorpresas, el recinto fue dividido al medio, con una reja, haciendo posible el acceso mutuo al mismo, mas sin contacto entre ellos. Chitara se demoró en salir de su cuarto, y después de algunas horas es que decidió levantarse y se quedó observando a Simba desde la puerta, sin arriesgarse a salir.
El, por otro lado, se quedó caminando de un lado al otro, en un espacio pequeño de algunos metros, a pesar de todo el espacio que tenía frente a él. Este comportamiento deja claro lo que un ambiente diminuto (su jaula tenía 6 metros cuadrados) es perjudicial al bienestar de los animales, y así desarrollan ese andar repetitivo en un pequeño espacio.
Después de un tiempo en que Chitara se acostó en la puerta y comenzó a emitir unos gruñidos es que Simba salió de su “obsesión de andar de un lado a otro”, y percibió su presencia. Con la actitud tipica de un felino, bajó la cabeza y quedó estático, observandola. Lo que parecía una actitud de agresividad, Chitara se encargó de desmantelarla, cuando gruñó mais alto, y Simba se acobardó. El, atemorizado por el ruido de su pretendiente, voltó a su andar repetitivo en su pequeño espacio, en una clara postura ahora defensiva, con el cuerpo mas bajo, dejando ver que estaba intimidado.
No fue mucho lo que nos agradaría que sucediese, al final, sería interesante e importante para ambos la convivencia en conjunto. Mas los esfuerzos no pararán por ahí. En los dias que se siguen, nuevas tentativas serán realizadas para que ellos tomen coraje y puedan decidir lo que quieren entre ellos: enamoro o amistad.
Luiz Fernando Leal Padulla
Biologo