Yo la conocí cuando ambos comenzabamos. Ella, en un ambiente muy hostil, donde los chimpancés eran torturados hasta la muerte; yo, en un ambiente no tanto, donde los primates eran negociados entre compradores particulares, circos, zoológicos y centros de entretenimientos, sin el menor pudor.
La Dra. Carole Noon tal vez no sea tan conocida como otras mujeres, que años atras fueron los destaques de la lucha por los derechos de los grandes simios, en las cuatro esquinas del mundo, sin embargo, está a la misma altura o quizas más todavia que aquellas.
Ella tuvo que enfrentar enemigos poderosos, en una sociedad capitalista, donde el lucro es lo unico que importa y los chimpancés – falsamente – se convirtieron en el instrumento para potencializar el mismo, sea en la corrida espacial, como en la corrida por el enriquecimiento fantastico en el desenvolvimiento de curas milagrosas.
La Fuerza Aerea Norteamericana tenía 21 chimpancés, era lo que sobró de un grupo mayor, donde muchos no sobrevivieron y fueron sometidos a todo tipo de pruebas absurdas, para protejer supuestamente a humanos, que serían más tarde los heroes del espacio. La Dra. Carole Noon tenía un pequeño Santuario (Save the Chimps) en Fort Pierce, Florida, y solicitó que la Fuerza Aerea le entregase aquellos 21 sobrevivientes. Sin embargo, la crueldad humana es inmensa. En el lugar de darselos a alguien que prometia vida, se los entregaron a un Centro de Tortura Medica – la Fundación Coulston – que exhalaba muerte.
Pero la Dra. Carole Noon no desistió. Ella tenía Fé en la Justicia de su país y que aquellos asesinatos con hora marcada no podrían suceder. Entró en la Justicia y lo conseguió. Los chimpancés sobrevivientes de la Fuerza Aerea fueron enviados a ella, la única persona en este mundo que podría salvarlos.
Cuando entramos por la puerta de su Santuario, sentimos ya la fuerza que emanava de aquel local ignorado, en el medio de las cienagas floridanas. Un gran Santuario estaba emergiendo de las aguas que cubrian el mangle. Los chimpancés que vi estaban pesimos, eran las muestras vivientes de lo que una sociedad sin compasión por los más debiles, podría hacer con ellos. Pero estaban vivos al menos, y comenzaban a reconocer la primera isla, en aquel paraiso que después hizo surgir otras 12.
La Dra. Carole murió prematuramente. Un cancer pancreático fulminante la liquidó pocos años atras. Sin embargo, antes de irse de este mundo, consiguió algo todavia mayor. Cuando la Fundación Coulston quebró, ella vió una oportunidad inmensa de salvar otros 266 sobrevivientes. Jon Stryker vino en su ayuda. Eran necesarios algunos millones de dolares para comprar la instalación quebrada del Centro de Tortura de Coulston, con todos los chimpancés en su interior. Striker y su Fundación Arcus hicieron el milagro. Aquellos 266 comenzaron a ver la vida de otra forma, cuando ya tenían perdido la esperanza rodeados de sufrimiento y muertes. La Dra. Carole Noon lloró y mucho cuando entró en aquella Fundación Coulston viendo el estado en que se encontraban los 266 sobrevivientes de aquella masacre cientifica. Más las lágrimas alimentaron su poderosa fuerza interior, y consiguió llevarlos para Florida y cerrar aquella bochornosa institución, financiada, en parte con recursos provenientes del Instituto Nacional de Salud – NIH – que también era el complice oculto de todos los sufrimientos que millares de primates padecian y todavia padecen en la America del Norte.
Faltaba contar integralmente la historia de esta gran mijer. Quizas la Mayor Defensora de los Chimpancés en el Universo. E eso ahora fue realizado. Gary Ferguson, conocido escritor, autor de más de 20 libros relacionados al medio ambiente, a la ciencia y a la naturaleza, recogió en 176 páginas, con 250 fotos, la história que nunca habia sido contada. Jon Stryker, filantropo, arquitecto y activista de las causas sociales y ambientales, fundador de la Fundación Arcus, colocó sus pensamientos en el prologo.
OPENING DOORS – Carole Noon and Her Dream to Save the Chimps, march 2014
Una lección de vida!
Dr. Pedro A. Ynterian
Presidente, Proyecto GAP Internacional