54 años de un engaño
publicado en 29 Dic 2014

Esta vez no escribiremos sobre primates no-humanos, nos concentraremos en los humanos. Desde que estoy envuelto con el Proyecto GAP, evité entrar en el tema de Cuba, donde nací, 75 años atras. Muchos periodistas que nos han visitado en el Santuario de Sorocaba, Brasil, han mencionado el tema, sin embargo, siempre me esquivé del mismo ya que en nada ayudaría a los no-humanos, que son mi real prioridad, y tal vez, hasta los perjudicarian.

La noticia del fin de este año 2014, fue el re-encuentro amigable del «Imperialismo Norteamericano» con los «Revolucionarios Castristas». Centenas de materias se han publicado en el mundo, analizando el sorpresivo cambio en las relaciones entre «supuestos enemigos», después de 54 años de diferencias aparentemente irreconciliables.

Desde los 16 años adheri en Cuba al campo revolucionario, primero en la lucha contra el Dictador Batista, y después contra los que desfiguraron el proceso revolucionario, convirtiendo a la Isla en una pieza de ajedrez manipulada por las grandes potencias mundiales.

El Experimento Castrista quizás sea la operación encubierta más exitosa que la Inteligencia Norteamericana ha realizado en el mundo. Hasta hoy la inmensa mayoria de las mentes pensantes consideran que los hermanos Castro y el poder Norteamericano han sido enemigos eternos. La historia ahora está dejando entrever la verdad.

El poder Norteamericano siempre protegió a los hermanos de ser abatidos por sus enemigos. Cuando nosotros batallavamos al frente del Movimiento Estudantil verdaderamente revolucionario, para impedir que se frustrasen los ideales de Libertad y Democracia, conquistados el Primero de Enero de 1959, siendo el poder Norteamericano supuestamente nuestro aliado, luego percibimos que estabamos siendo usados para fingir una lucha que nunca derrotaria al Castrismo. Los hermanos  Castro montaron un modelo Socialista fracasado, una Vitrina para que nadie en el mundo se ilucionase que ese sistema fuese a funcionar en cualquier latitud.

Cuba es hoy el ejemplo del fracaso de un sistema económico, vendido como Socialista, sin serlo de verdad, pero que todos los ingenuos que lo han visitado y estudiado, lo han abandonado como solución para crear un sistema más justo e igualitario en las sociedades humanas.

La farsa urdida de que Fidel Castro sobrevivió a decenas de tentativas de asesinato es otros de los detalles generados para darle credibilidad al Experimento. Nunca fue realizado un plan verdaderamente serio que lo llevase a su desaparición. Por el contrario, siempre fue el protegido de sus opositores. Los Norteamericanos nos daban recursos para usar en la propaganda anticastrista y anticomunista, pero nunca las armas necesarias para derrocarlo, y cuando intentamos caminos independientes fuimos perseguidos y practicamente diezmados como organización, para poder mantener la Vitrina del fracaso Socialista en la Isla funcionando, el tiempo suficiente para espantar de ella a toda la humanidad.

Los hermanos Castro están llegando al fin del camino, ya cumplieron su triste y dramatica misión, hundiendo a Cuba y a su pueblo, en la miseria, en la diaspora familiar y en una vida sin futuro. En pocos años más, ambos desapareceran de esta  vida. Todos sus proximos se diseminaran por el mundo con los rendimientos  economicos que robaron de la Isla mientras disfrutaron del poder ilimitado. Algunos ya lo disfrutan en el exterior.

Ahora la tarea es de aquellos que idealizaron la Vitrina, el Experimento, que deben desmontarlo sin que nadie perciba que aquella fue la Mejor Operación de Inteligencia que cualquier poder realizó antes en el mundo.

Que puede esperar la Isla Cubana de su futuro? Un plan ya está en desarrollo. No será fácil la transición, hay mucho odio entronizado en el alma cubana. Sin embargo, de la mente fertil de los que diseñaron la Vitrina y la mantuvieron durante 54 años, engañando a todos, Cuba renacerá de sus cenizas, y el Experimento Castrista será definitivamente enterrado en el basurero de la historia donde otros experimentos similares también reposan.

Dr. Pedro A. Ynterian

Presidente, Proyecto GAP Internacional