Las mismas organizaciones que en Septiembre del 2011 solicitaron al Servicio de Pesca y Vida Selvaje del Gobierno Norteamericano, un pronunciamiento definitivo sobre el status de los chimpancés en los Estados Unidos, han insistido nuevamente, ya que el plazo dado por el gobierno terminó el 30 de Enero sin ninguna conclusión.
En esta oportunidad nuevas razoes fueron enviadas, con opiniones de especialistas y más de 50.000 firmas de defensores de la naturaleza, acrecentando que el uso de chimpancés en experiencias médicas para evitar y curar enfermedades ha sido un fracaso cientifico.
Años atrás, el Servicio de Pesca y Vida Selvaje de los Estados Unidos, un organo oficial del gobierno, a pedido del NIH (Instituto Nacional de Salud, también oficial), para poder usar como quisieran los chimpancés en experimentos médicos, clasificó los nacidos en cautiverio dentro de los Estados Unidos como una especie diferente de aquella originaria de Africa. Practicamente, criaron una especie de chimpancé norteamericano, que no fue declarado en peligro de extinción, y entonces podría ser usado libremente en espectaculos, en experiencias médicas, ser hasta eutanasiado y comercializado.
Según la primatologa Jane Goodall: “La explotación comercial de la especie Pan troglodytes contribuye para el declinio de la misma, sin considerar su origen, si es nacida libre o en cautiverio”.
Regresar a considerar a los chimpancés una sola especie, ayudaría en su mejor protección, no importa su origen.
En el comunicado de prensa que la PASA (Alianza de Santuarios Pan-africanos) liberó anunciando la nueva solicitación al gobierno añadió las conclusiones a que llegó el Comité de la Academia Nacional de Ciencias de Norteamerica, que concluyó que nada indica la necesidad de mantener chimpancés en experiencias médicas, ya que no demostraron ser de alguna utilidad.
A cada día la sociedad norteamericana se concientiza más de que la preservación de los grandes simios es una opinión mayoritário en el pueblo de aquel pais y su uso comercial es una falta de respeto para centenas de seres inocentes que han sido abusados sin limites en los últimos 70 años.
Dr. Pedro A. Ynterian
Presidente, Proyecto GAP Internacional