En el Día de Navidad, un oso polar de nombre Winner, uno de los pocos en cautiverio en estas latitudes, murió en el Zoológico de Buenos Aires, debido a una mezcla de hipertermia (altas temperaturas) y stress por los fuegos de artificio absurdos con los cuales algunos humanos, sin la menor criatividad, celebran cualquier fecha que consideren importante.
El calentamiento global es un hecho imposible ya de esconder y en este fin de año, también en estas latitudes, lo sufrimos en las ciudades y en los campos. Al mismo tiempo la ONG WWF alerta al mundo de que en este año, para nunca olvidarlo: 19 billones de dolares fueron gastados en el comercio ilegal de animales silvestres.
El mundo no acabó el día 21 de Diciembre, sin embargo, los seres humanos están destruyendo el Planeta, sus componentes y sus recursos, a una velocidad que en este siglo los cataclismos que nos esperan, sin fecha marcada, destruirán la vida de millones de seres – humanos y no humanos – que no entendieron los recados que la Naturaleza nos da a cada día.
Dr. Pedro A. Ynterian
Presidente, Proyecto GAP Internacional