Desde el punto de vista biológico, entre dos seres humanos puede haber una diferencia de 0,5% en el DNA. Entre un hombre y un chimpancé, la diferencia es de sólo el 0.6%. Tal proximidad se demuestra por el hecho de que los humanos pueden ser donadores de sangre para los chimpancés y viceversa. Hoy también se sabe que los chimpancés, los bonobos y los humanos tuvieron un ancestral en común, hace dos millones de años.
En el marco de éstos hechos, el mercado ilegal (tráfico de animales para fines diversos) y la explotación comercial de los Grandes Simios, en laboratorios de investigación, circos, espectáculos y zoológicos, pueden ser considerados como especismo, comparado a la esclavitud; recordando lo que el hombre hacía con sus similares, considerados inferiores por el color de la piel, hasta hace algo más de un siglo atrás.
Esta explotación, combinada con la destrucción de los bosques en África y Asia por actividades industriales y comerciales, resulta en una reducción drástica del número de Grandes Simios en sus hábitats de origen, representando una gran amenaza a las especies y al equilibrio ambiental de los ecosistemas.
El Proyecto GAP – Great Ape Project defiende el Derecho de los Grandes Simios a vivir en libertad en sus hábitats. A partir del momento en que son privados de ese derecho y pasan a ser víctimas de malos tratos, sin condiciones de vivir en los bosques, la misión pasa a ser ofrecer la mejor calidad de vida y bienestar posible a los animales en el régimen de cautiverio. En los Santuarios, los Grandes Simios son tratados de traumas físicos – extracción de dientes, mutilaciones etc – y también psicológicos – estrés por vivir enjaulados y sometidos a la exhibición, y tienen la oportunidad de recuperarse y formar grupos sociales.
“Un chimpancé no es un animal y tampoco puede ser usado como mero objeto de diversión o cobaya. Él piensa, siente, se afilian, odia, sufre, aprende e incluso transmite su aprendizaje. En fin, son como nosotros. La única diferencia es que no habla, pero se comunica por gestos, sonidos y expresiones faciales. Necesitamos garantizar sus derechos a la vida y a la libertad”, explica el Dr. Pedro Ynterian, fundador del Proyecto GAP Brasil, ex-Presidente Internacional y actual Secretario General del Proyecto GAP Internacional y propietario del Santuario de Grandes Simios de Sorocaba, en São Paulo, afiliado al GAP.
El GAP-Great Ape Project (Proyecto de los Grandes Simios) es un movimiento internacional creado en 1994, cuyo más grande objetivo es luchar por la garantía de los derechos básicos a la vida, libertad y no tortura de los Grandes Simios no humanos – Chimpancés, Gorilas, Orangutanes y Bonobos, los parientes más cercanos del hombre en el mundo animal. Para eso, el proyecto creó la Declaración Mundial de los Derechos de los Grandes Simios, documento que oficializa los derechos acreditados a estos animales.
El GAP nació a partir de ideas desarrolladas en un libro del mismo nombre, escrito por los filósofos Paola Cavalieri y Peter Singer, éste último considerado uno de los precursores mundiales del movimiento de defensa de los derechos de los animales. En el libro, los autores y otros expertos, entre ellos la primatóloga británica Jane Goodall, explican que los seres humanos y los Grandes Primates comparten características como organización social, comunicación y fuertes lazos afectivos, entre los individuos, lo que les confieren inteligencia y, consecuentemente, derechos muy similares a los nuestros.
Actualmente, el GAP está presente en 13 países – Brasil, Chile, Uruguay, Argentina, México, Costa Rica, España, Alemania, Reino Unido, Francia, Portugal, Costa de Marfil y Austria, en el cual los representantes trabajan sobre todo en la divulgación de los fines de la causa de los Derechos de los Grandes Simios y en acciones de movilización.
En Brasil, el GAP ganó destaque en las últimas décadas por el trabajo práctico de rescate y recuperación de Chimpancés, desarrollado en cuatro Santuarios de Grandes Simios que fueron víctimas de maltrato. Los Santuarios Brasileños son instituciones particulares e independientes y afiliadas al GAP, porque comulgan de sus ideales en el mantenimiento de los Grandes Simios, permitiendo el desarrollo de comportamientos naturales, apesar de la situación de cautiverio, principalmente la convivencia en grupos jerarquizados. El precursor – y hoy el más grande de América Latina – es el Santuario de Grandes Simios de Sorocaba, que inició sus actividades en el año 2000.
El Santuario de Grandes Simios de Sorocaba fué fundado por el empresario y microbiologista Pedro Ynterian, que fué Presidente del Proyecto GAP Internacional de 2008 a 2016 y hoy ocupa el cargo de Secretario General. Todo comenzó cuando Guga, entonces con tres meses de edad, fué “adoptado” por Ynterian para ser criado en su apartamento en São Paulo. Rápidamente, el empresario percibió que Guga no era un animal y necesitaba de un espacio más grande y de la compañía de otros Chimpancés. De esta forma nació el Santuario y el interés por la divulgación de los objetivos del Proyecto GAP en Brasil y en el mundo.
Organograma General
Presidente de Honor: Peter Singer
Presidente: Pedro Pozas Terrados (España)
Vicepresidente: Paulina Bermudez Landa (México)
Secretario General: Pedro A. Ynterian (Brasil)