El derecho a la vida, la protección de la libertad individual y la prohibición de la tortura son propuestas por el Proyecto Gran Simio como condiciones mínimas en la relación entre el hombre y los grandes primates.
Proponemos extender el otorgamiento de derechos en igualdad de condiciones a todos los grandes primates: seres humanos, chimpancés, bonobos, gorilas y orangutanes. Los principios que guían la relación entre los grandes primates son:
Las vidas de todos los grandes simios deben ser protegidas. Sus miembros no pueden ser asesinados excepto en circunstancias estrictamente definidas, como en defensa propia.
Los grandes simios no pueden ser privados arbitrariamente de su libertad. Tienen derecho a vivir libremente en su hábitat. Los grandes primates que ya viven en cautiverio tienen derecho a vivir dignamente, en espacios amplios, convivir con los de su especie, formar familias y ser protegidos de la explotación comercial.
Infligir deliberadamente un dolor intenso, físico o psíquico, a un gran simio, sin motivo o para el supuesto beneficio de otros, se considera tortura y es un delito del que debe protegerse.