De Patti Ragan, Centro de los Grandes Primates (Center for the Great Apes)
Estimados miembros y amigos de la CGA,
La carta más difícil de escribir, es la de notificar a nuestros miembros y partidarios la pérdida de uno de nuestros preciosos habitantes. Lamento profundamente tener que contar, la triste noticia de que nuestra querida y bella Chimpancé Katie falleció muy recientemente.
Ella, fué encontrada en su nido de mantas al comienzo de la mañana, cuando su cuidador abrió su dormitorio. Las pruebas de patología todavía están pendientes, pero se sospecha que Katie falleció de repente de enfermedad cardíaca. En los últimos años, Katie estaba bien de salud, así que fué muy inesperado y un choque para todos nosotros.
Katie, vino al Santuario hace seis años, a los 18 años, después de pasar su vida dentro de una pequeña jaula en una casa en Nueva Jersey. Cuando ella llegó, tuvo muchos desafíos de salud, miedos y trastornos de alimentación. Pero con el paso de los años con buena nutrición, espacio para ejercitarse, compañerismo social con otros chimpancés y un grupo dedicado de cuidadores, que pasaron mucho tiempo ayudándola; la salud de Katie mejoró mucho. Ella, estaba linda con su condición de piel curada, su pelo esparso bellamente llenado, y su condición de magreza cambió para un peso de una mujer adulta.
Y la confianza y las habilidades sociales de Katie, también aumentaron; a medida que se hizo más confiada. En el comienzo, ella tenía miedo de otros Chimpancés … ella, no permitiría que nadie (incluyendo a sus cuidadores) la tocase (hasta las puntas de sus dedos) … ella, tenía miedo del agua … y ella no pisaba el suelo, especialmente en la hierba! Pero con paciencia y exposición gradual, Katie aprendió a convivir y a amar a sus compañeros Chimpancés; ser cuidada por otros, participar voluntariamente en exámenes de salud con sus cuidadores y veterinario; e incluso jugar a mojarse.
La parte más significativa e importante de la vida de Katie en el santuario fué, su introducción con otros Chimpancés (Murray, Casey, Mickey y Daisy). Mientras su amado compañero Murray, fué su primer amigo favorito. El año pasado ella y Murray, fueron presentados a los tres jóvenes que llegaron hace un año – Hannah, Kenzy y Bentley. Katie, amaba especialmente al pequeño Bentley y un momento maravilloso en las presentaciones, fué cuando Bentley (que al principio tenía miedo de Katie) finalmente; le permitió que ella lo abrazara. Ella, era una chica feliz con su dormitorio grande, su mejor amigo Murray y sus tres nuevos compañeros jóvenes. Katie sabía que ella era amada y cuidada. ¡Y ella finalmente tuvo una familia de Chimpancés!
Nuestro equipo y voluntarios están de corazón partido con la pérdida de Katie, pero sabemos que debemos continuar con todos los demás, que también son tan importantes. La vida de Katie en el santuario estaba en un ambiente acogedor, rodeado por Grandes Primates y personas que la amaban. Por eso, estoy profundamente agradecida. Y también agradezco el cuidado compasivo y profesional de nuestro equipo y el amor genuino que ellos tienen por nuestros moradores.
Gracias por su apoyo, que nos ayuda a mejorar la vida de nuestros Primates. Con gratitud y en memoria de nuestra amorosa y querida Katie.