CÉSAR-JAVIER PALACIOS 30 DE MAYO DE 2016
En Lanzarote, Reserva de la Biosfera y supuesto modelo de turismo sostenible que apuesta por sus valores y recursos naturales, están ampliando un zoológico para alojar un mayor número de delfines cautivos que hagan el payaso frente a turistas insensibles de risa fácil. Otro más de los 11 delfinarios existentes en España. Un sinsentido para una isla maravillosa donde con sólo salir al mar es posible ver delfines y ballenas salvajes sin necesidad de ofrecerles sardinas descongeladas.
Obras de ampliación del delfinario
La coalición de entidades europeas SOSDelfines contactó el año pasado con el Gobierno de Canarias para comprobar que el proyecto dispusiera de todos los permisos. Pero la Viceconsejería de Medio Ambiente emitió una resolución en la que eximía a Rancho Park Texas de someter el proyecto al procedimiento completo de Evaluación de Impacto Ambiental, por considerar que la construcción del delfinario no supone un gran cambio respecto al proyecto inicial. Anteriormente, este espacio lo ocupaba un merendero.
“Los delfines son animales altamente sensibles, socialmente complejos y sus necesidades no pueden ser satisfechas en ningún entorno cautivo. Resulta lamentable que se otorguen con esa facilidad autorizaciones para la exhibición y espectáculo con ellos cuando, según la legislación, sus importaciones deberían realizarse exclusivamente con fines de conservación”, comenta Jennifer Berengueras, de la coalición SOSdelfines.
A su vez Proyecto Gran Simio se une a las voces críticas a este proyecto para pedir la inmediata paralización de las obras de un delfinario cuyo fin no es la educación ni la conservación de los cetáceos, sino forzarles a realizar comportamientos impropios de la especie a base de un entrenamiento abusivo.
Esta organización se pregunta de dónde vendrán los posibles delfines y en qué lugar serán capturados, ya que el nacimiento en cautividad es muy difícil pues la mayoría mueren a los pocos días o meses de nacer. ¿Se harán esta pregunta los turistas?
Son ya varios países en Europa los que han prohibido los delfinarios como Reino Unido, Francia o Croacia. Incluso existe una Propuesta de Resolución del Parlamento Europeo sobre la prohibición de crear nuevos delfinarios en la UE y garantizar el respeto a las condiciones de vida de los cetáceos.
“Un país donde para aumentar el turismo se base en la oferta de parques donde los animales en cautividad sufren o se les obliga a realizar espectáculos con comportamientos circenses ajenos a su especie como en los delfinarios es un país con valores muy pobres, dando más importancia a la rentabilidad económica que a la belleza de observarlos en libertad”, ha declarado Pedro Pozas Terrados, director ejecutivo del Proyecto Gran Simio-España.
Pozas solicita a los políticos que tienen la clave para evitar estos sufrimientos innecesarios que deben comprender que el turismo no debe medirse por la creación de Parques Temáticos y menos si de ello depende el sufrimiento de otras especies no humanas.
La belleza turística está en sus gentes, en su cultura, en su riqueza artística e histórica y sobre todo en una biodiversidad y ecosistemas canarios de gran valor ecológico. No en animales encarcelados y obligados a hacer el payaso.
Fuente: