Denuncian que sufren castigo psicológico
Las representan ONG protectoras de animales en causas por supuesto maltrato.
Algunos animales del ex zoo tienen sus propios abogados. La Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA) de la Fiscalía de la Ciudad sentó jurisprudencia cuando dictaminó que una ONG protectora puede representarlos legalmente, porque son sujetos de derecho con una incapacidad de hecho. Así, el fiscal Blas Matías Michienzi aceptó como querellante en nombre de las tres elefantas del Ecoparque a la Asociación de Funcionarios y Abogados por los Derechos de los Animales (AFADA), que presentó una denuncia por maltrato animal.
Las elefantas son Mara (52), incautada de un circo y de origen asiático, y Kuki y Pupi que, según fuentes del Ecoparque, provienen de un Parque Nacional de Sudáfrica. Las dos últimas rondan los 30 años y no se llevan bien con la asiática. Por eso, cuando están sueltas en su recinto, Mara queda encerrada por horas en un pequeño espacio. Y está tan perturbada que balancea su cabeza maniáticamente. “El castigo que sufren estas elefantas es psicológico. Más cuando son animales con una capacidad cognitiva muy grande y que, en libertad, están en continuo movimiento en busca de comida”, asegura Pablo Buompadre, de AFADA.
Orangutana Sandra. Fue eje de un conflicto y permanecerá en el ex zoológico de Palermo. Foto: Diego Waldmann
En el Ecoparque afirman que, cuando llegaron, las elefantas ya tenían comportamientos que no eran propios de su especie. Mara levantaba la pata o movía su trompa como si estuviera en un show. “El movimiento de cabeza repetitivo es una válvula de stress, pero a partir de las rutinas de enriquecimiento ambiental dejó de hacerlo cuando sale al recinto abierto”, detalla la veterinaria Eugenia Dahdah. Y cuenta que las elefantas se alternan para dormir afuera y que suelen darles ruedas para que jueguen.
“El zoológico ahora se llama Ecoparque, pero se mantienen las mismas prácticas de encierro y exhibición”, se queja Buompadre. Y reclama que la Fiscalía trabaje con más celeridad para probar si hay maltrato. “Se tomaron muchos testimonios. Y algunos de ellos derivaron en una causa federal por tráfico de animales”, afirma. Aparentemente, no está claro de dónde llegaron algunos ejemplares y a dónde fueron derivados otros en tiempos del Zoo de Buenos Aires.
AFADA también representa a la orangután Sandra, a quien la jueza Elena Liberatori declaró como “persona no humana”. Ahora no está en exhibición. La tienen en un ambiente calefaccionado y le reparten el alimento en distintos puntos del recinto, así cuando sale lo tiene que buscar. Come manzanas y peras. En marzo, el biólogo y profesor de Bienestar Animal de la Facultad de Veterinaria de la UBA, Héctor Ferrari, presentó un informe ante la magistrada. Según señaló, Sandra está en condiciones de ser trasladada a un espacio más grande, aunque deberá seguir teniendo contacto con humanos. También aseguró que el ambiente actual la está dañando.
Fuente:
https://www.clarin.com/ciudades/elefantas-orangutana-sandra-propios-abogados_0_rJxDF6JJZ.html